jueves, 7 de febrero de 2013

La viña


Es casi inimaginable lo rápido en lo que todo puede empezar a salir mal, sin aviso, sin poder volver atrás. Puedes estar tranquilamente en tu salón viendo la tele, leyendo o escuchando música y al siguiente minuto puedes estar empezando a vivir una de tus peores pesadillas.  Este cambio de sensación de estar bien ha estar mal es tan sutil, tan fugaz y tan difícil de preveer  que cuando ocurre, parece mentira. Así es como les ocurrió a una pobre familia de Francia hace unos veinte años.

         Ocurrió en un pueblecito rural conocido por sus viñas, un pueblo de apenas cien habitantes, todo el mundo se conocía y todo el mundo se enteraba de todo. La familia protagonista de esta trágica historia era una de las más adineradas del pueblo, ya que sus viñas eran una de las más solicitadas de la región. La familia la componía un matrimonio con dos hijas adolescentes, un niño y la abuela que era la madre del padre de familia. Es una familia como cualquiera, tenían sus problemas típicos y sus costumbres típicas, era una familia más del pueblo y nadie en aquel entonces creería lo que iba a suceder en esa casa.

        La viña iba cogiendo fama y con ello recibía más encargos, tenía más trabajo que ofrecer y la familia cada vez era más rica, y como el dinero ya no era ningún problema se pudieron permitirse varios caprichos, un gran televisor, una cocina nueva, dos coches nuevos, llevar a sus hijos a escuelas privadas…Toda esa clase de cosas, pero al padre que ya cada vez le costaba más trabajar y prefería gestionar sus negocios cogió el buen hábito de leer y compraba montones y montones de libros, cosa que le vino muy bien ya que mientras enriquecía su mente los negocios le iban mejor. Y él que se dio cuenta de esto siguió leyendo y leyendo, compraba libros sobre negocios, los estudiaba, también sobre viñedos, de cómo ampliar sus ganancias. En unos dos años su negocio progreso a pasos de gigante. Pero al igual que el se encerraba en su mundo de negocios y libros se fue alejando de su familia, no quería que le molestaran cuando estaba trabajando o leyendo, lo malo es que cuando no estaba trabajando, él estaba leyendo y todos los intentos de sus hijos y de su mujer por intentar conectar con él fueron en vano hasta tal punto que él mismo se encerró en una habitación para que dejarán de molestarle. Como era de imaginar sus hijos y su mujer abandonaron la casa y lo abandonaron en su viña junto a su ya muy anciana madre. Él que hasta días después no se entero de que su familia le había abandonado entro en cólera, aunque se sentía agobiado  cuando intentaban comunicarse con él y el los veía como personas molestas a las que evitar, a él no le gustaba que le arrebatasen sus cosas, y es así como se sentía. Como si le hubieran arrebatado algo que le pertenecía. Llamo a la policía denunciando a su mujer, pero estos que ya estaban enterados de la situación en la que estaban su familia, se negaron en ayudarle, y le negaron todo lo que él les exigía a cambio de dinero o de amenazas. Y esto lo cabreo muchísimo.

      Después de unos tres o cuatro años de que la familia de este lo abandonaran, la viña empezó a ir mal, accidentes laborales, malas gestiones, el negocio fue a pique hasta que cerro, y desde el cierre de la viña hasta dos años después nadie vio ni supieron nada sobre el dueño de la viña o su madre, llamaron en la casa, llamaron a su familia que se habían instalado en otra ciudad y ellos tampoco sabían nada sobre su paradero. Después de mucho tiempo, la gente se dejo de preguntar por él y dejaron la viña en paz mientras que los años pasaban y la viña envejeció de forma muy siniestra, llena de musgo y enredaderas   dando lugar a absurdas fantasías sobre que la viña estaba encantada o que el espíritu en pena del dueño vagaba por la viña por las noches. Y es así como empieza esta trágica historia, con un grupo jóvenes contando historias de terror durante una noche de verano, y como no la historia de la viña no podía faltar.


    El grupo estaba compuesto por dos parejas de novios que se llevaban muy bien entre ellos, y decidieron ir una noche a la viña como un juego siniestro pero sabían que no iban a encontrar nada ya que aunque  les gustaban las historias de terror eran muy inteligentes como para creer en fantasmas, sabían que pasarían un poco de miedo pero que no les pasaría nada malo, estaban convencidos de ello.

      Era una noche preciosa de verano, y en ese pueblo se podrían contemplar todas las estrellas en el cielo, así que más animados las dos parejas equipados con linternas y mecheros se dirigieron hacia la viña. La entrada estaba cubierta de ramas y enredaderas y tuvieron que arrancar unas varias para poder entrar sin problemas, una vez dentro la oscuridad era completa la luz de la luna y las estrellas apenas conseguía penetrar a través de la puerta y las ventanas estaban demasiado sucias para que entrara luz alguna. Encendieron las linternas y veían que todo el recinto de madera estaba  muy podrido y la naturaleza se había hecho paso por toda la entrada, había cuadros con paisajes llenos de polvo y estropeados por el tiempo, mesas con algunos vasos llenos de telarañas, montones de botellas de vidrio vacías tiradas por el suelo y algunas contenían un poco de líquido que supusieron que era vino. Bajaron unas escaleras que crujían a cada paso que los llevaba hacía una bodega enorme donde almacenaban y destilaban el vino, había montones y montones de barriles y se asustaron un par de veces al encontrarse con unas ratas que huyeron de ellos nada más verlos. Se rieron por los sustos bromeaban mientras caminabas y exploraban las viñas y las bodegas, y fue antes de que quisieran explorar la casa de los dueños cuando escucharon un fuerte portazo. Una de las chicas grito y enseguida se tapo la boca y entre ellos se preguntaron si alguien tiro algo al suelo o si alguien hizo ese ruido aposta, nadie admitía haber hecho tal ruido hasta que se escucharon otro dos nuevos portazos “PUM” “PUM” . Se agacharon y se arrinconaron entre unos barriles, los portazos venían de la casa, y querían salir de la bodega cuanto antes sin hacer ningún ruido para que nadie los pillara por allí. Cuando caminaban cogidos por la mano en fila y muy despacio para no hacer ruido para salir de la bodega escucharon otros dos sonidos muy fuertes, pero esta vez no eran portazos, era el sonido de una pistola. Apagaron las linternas para no ser descubiertos y decidieron buscar la salida a oscuras, pero de poco les valió cuando escucharon la puerta de la bodega abrirse y cerrarse y vieron en lo alto de la escalera un señor viejo pero fornido con una grande barba canosa con una antorcha enana mano y en la otra un rifle de caza, los jóvenes con mucho sigilo y con mucho cuidado se arrastraron detrás de un montón de barriles para esconderse del hombre viejo, y estuvieron callados y manteniendo la calma todo el tiempo, estuvieron como ocho horas ahí escondidos mientras el viejo no paraba de dar vueltas por la bodega, cuando amaneció el viejo volvió por donde entro, y no volvieron a escuchar ningún otro sonido.

  Los jóvenes finalmente consiguieron salir de la viña, e informaron a la policía de lo sucedido, estos a regañadientes accedieron a entrar en la viña, y se encontraron con una horrible sorpresa. Encontraron al hombre viejo dormido en una cama de matrimonio podrida y consiguieron reducirlo antes de que agarrara la escopeta, el viejo gritaba “Dejad en paz a mama” una y otra vez, no le dieron más importancia hasta que comprobaron la habitación de la madre del dueño. El cuerpo sin vida de la anciana yacía enana antigua silla de ruedas con la carne completamente podrida y con su vestido negro roído y estaba rodeado por cadáveres de bebes y o de niños por lo menos había unos veinte cadáveres de niños y bebés alrededor del cadáver de la anciana pero lo que más llamo la atención fue una pequeña tarjeta navideña que se encontraba en el regazo del cadáver de la anciana, y en este ponía: “Yo cuidare de vuestros hijos hasta que no le devolváis a mi hijo los suyos”

2 comentarios:

  1. esta muy chula, pero falta alguna muerte, pero esta muy bien,una falta de octografia en donde pone:
    "Cuando caminaban cogidos por la mano en fila y muy despacio par ano hacer ruido para salir de la bodega escucharon otros dos sonidos muy fuertes,"

    ResponderEliminar
  2. Jajajaja puta barra espaciadora lo que me hace hacer, graciass

    ResponderEliminar