miércoles, 19 de septiembre de 2012

El Castigo: Capítulo 4


Me desperté a causa de un suave tambaleo que agitaba todo mi cuerpo sobre el pequeño oscuro sofá en donde dormí en posición fetal y apretando las mantas sobre todo mi cuerpo qué usé para calentar mi tembloroso y sudoroso cuerpo. Noté que una mano reagitaba suavemente para despertarme junto una voz suave y en baja:
-Anne, despierta cielo. Tranquila estas en el departamento de policía ¿Recuerdas? – La detective Molly me ayudó a sentarme sobre el sofá mientras apartaba de mí algunas mantas y me froté los ojos con los nudillos quitándome las legañas.
-¿Quieres algo de tomar Anne? ¿Un café, un vaso de agua, lo que sea?- Me ofreció la detective.
-Sí.-Contesté con una voz débil y adormilada.-Un café me vendría de perlas, y algo para comer, lo que sea.
-Adrian ve a por un café y algo para picar.- Le ordeno Molly a un chico que esperaba en la puerta abierta, asintió y se largo supongo que a por mi desayuno.
-¿Comote encuentras, te sientes mejor?-Me preguntó la detective Molly y asentí con la cabeza y añadí:
-Tengo habré y creo queme vendría también bien una ducha detective.
Molly sonrió y me contestó:
-Ahora mismote llevo a los vestuarios para que te des una buena ducha y te llevaré el desayuno allí estaré contigo en todo momento. ¿De acuerdo?
-Me parece bien. Le contesté al mismo tiempo que me ponía de pie y Molly me ayudaba a levantarme.
-Te hemos conseguido algo de ropa limpia no sabemos si te valdrá pero mejor que ir con ese camisón destrozado y embarrado.-Me comentó mientras me apoyaba en su brazo y me llevaba hasta los vestuarios.


     El agua caliente casi ardiendo caía sobre todo mi cuerpo lavándolo, calentándolo…Lo notaba como si me estuviera purificando todo mi ser, pero la ducha ardiendo no conseguía arrastras los vagos y brutales  recuerdos de mi secuestro como lo hacía con la suciedad de mi cuerpo. Contemple Como el agua caía y resbalaba por todo mi cuerpo, aquello me hizo  recordar aquel momento atada en la silla, con los ojos vendados mientras me lanzaban agua helada con hielo y me regaban con una manguera y oía sus risas, aquellas risas… Empecé a hiperventilar, y no pude controlarlo, y caí de rodillas, Molly que estaba sentada en el banquillo debió oír el golpe y se asomo alas duchas y note que gritaba o decía algo, no la podía oír apenas, todos los horribles recuerdos me volvían a la cabeza y notaba que me desmayaba.


    Cuando volví en mí, estaba empapada envuelta en una toalla y en los brazos de Molly que me gritaba en oído y me sacudía en la cara para que  respondiera. Agarre su mano para que dejase de abofetearme.
-Estoy…Estoy  bien…- Le dije sin mucho convicción.
-¿Estas segura? Te has podido abrir la cabeza ahí dentro.- Me dijo alarmada.
-Me volvieron unos recuerdos de golpe y…-Empecé a decir justo cuando Molly me corto.
-Tranquila ya habrá tiempote hablar de esas cosas, ahora vístete.. ¿Podrás sola?
-Sí. Tranquila.- Le respondí, ella asintió y me acerco unos pantalones vaqueros una camisa color negro de la policía de Inswinch junto su sudadera a juego.
-No es nada bonito lo sé pero te mantendrá caliente.-Me dijo mientras me acercaba también unas zapatillas de deporte.
   Después de vestirme Molly me volvió acompañar hasta la sala donde  me mantuvieron anoche,  allí estaba el chico que había visto al despertarme y me saludo con una sonrisa:
-Buenos días Anne, te he traído el desayuno.-Me dijo mientras señalaba con el brazo el café y unas tostadas junto tarrinas de mermelada y mantequilla que había sobre la mesa.- ¿Si quieres más no tienes más que decírnoslo?- Añadió el chico.
-Gracias…-Le empecé a decir mientras me extendió la mano y se la estrechaba.
-Adrian, soy el detective Adrian, el compañero de Molly.- me dijo señalándola con un movimiento de cabeza mientras Molly se sentaba en el lado contrario donde estaba el desayuno.
-Nos quedaremos aquí contigo mientras desayunas y te haremos unas preguntas..¿De acuerdo Anne?- Me preguntó Molly, asentí con la cabeza mientras me sentaba enfrente de mi desayuno y le pegue un buen trago al café con leche que me había traído, normalmente me gusta más descafeinado, pero tenía tanta hambre y sed que me sentó de maravilla aquel primer trago.
-Empecemos…-Dijo Molly mientras miraba una carpeta, sacó un bloc de apuntes y un bolígrafo y preguntó:
-¿El tres de octubre  a la noche no llegaste a tu apartamento cierto?
-Cierto, no llegué…¿Están mis compañeras bien?-Le pregunté a Molly
-Sí. Ellas y tu familia ya están avisadas de que te encuentras a salvo, tu familia vendrá desde Dublín a visitarte, tengo entendido de que llegarán mañana.
Asentí mientras untaba mantequilla en una tostada.
-¿Puedes recordar que hiciste y que te pasó el tres de octubre? Volvió a preguntar, mientras apuntaba algo en su libreta, y Adrian apoyaba la espalda contra la puerta mirándonos.
Asentí con la cabeza dejando la tostada con mantequilla sobre una servilleta y cogía la tarrina de mermelada de melocotón.
-Era miércoles y volvía de clase cuando me paré en una taberna cercana de la escuela de arquitectura donde hacen unos bocatas deliciosos, es bastante famoso entre los estudiantes.- le relataba a Molly cuando abrí la tarrina de mermelada y volvía coger el cuchillo y la tostaba y empecé untar la mermelada sobre la tostada y continué:
-Hannigans se llama la taberna, por si le vale de algo ese dato.- Deje la tostada preparada en otra servilleta, y cogí otra tostada desnuda y la mantequilla y comencé a preparármela mientra seguía hablando:
-Después de comer me dirigí hacia casa ya que quería prepararme ya que había quedado con un chico.- Molly mientras apuntaba todo me señalo con la mano para que esperase, y me miro a la cara y me pregunto:
-¿Con quien quedaste?- deje la tostada untada con mantequilla de nuevo en la servilleta sucio para agarrar la última tarrina de mermelada y acabar de preparar mi desayuno.
-Le conocí el fin de semana pasado en una discoteca la Nero..¿La conocéis?- pregunte a los dos detectives y ambos asintieron con la cabeza y seguí respondiendo la pregunta mientras terminaba de preparar la tostada:
-Un chico de pelo moreno y muy corto, muy guapo y atractivo.-me ruboricé un poco mientras lo describía.- era bastante alto casi un metro ochenta y decía que se llamaba Mike Rosbill pero lo que más me llamo la atención de él fueron sus ojos.- Me paré un segundo al recordar la mirada intensa y segura de Mike.- Tenía unos ojos preciosos, azules muy claros, tenía una mirada intensa.
-¿Recuerdas su voz?-Me preguntó  Molly mientras no para de apuntar datos en su bloc.
-Sí, vagamente perola recuerdo, tenía una voz grave pero bastante “amigable” y cálida, digamos como la de un cómico cuarentón.- Le expliqué a Molly mientras apuntaba los nuevos datos en su bloc y me volvió a preguntar:
-Has dicho que después de comer te dirigías a casa y que no llegaste.¿Que pasó entonces?
Entonces el recuerdo de ese instante me vino a la cabeza como un duro golpe y noté que me sucedería lo mismo que en la ducha, apreté fuerte los ojos y luche contra todos esos malos recuerdos que querían ser revividos en mi mente.
-¿Anne? ¿Estás bien? ¡¿Anne?!- Escuché el ruido de su silla al arrastrase para levantarse y los pasos de Adrian dirigiéndose hacía mí, pero justo levante la mirada y asentí con la cabeza para que no se preocuparan y Molly volvió añadir:
¿Estas segura Anne?- Asentí con la cabeza y empecé a hablar:
-Llegué a mi portal, sobre las doce y media a esa hora no suele haber nadie en el edificio, por eso me gusta. Estaba esperándola ascensor cuando un hombre de unos treinta años, alto calvo y llevaba traje, no recuerdo más de él, entro a portal, me saludo y espero al ascensor a mi lado. Cuando el ascensor llego al bajó salieron de él otro dos hombres, no me dio tiempo a observarlos ya que nada más salieron del ascensor se abalanzaron sobre mi y me pusieron un paño en la boca y note que me inmovilizaban el brazo derecho y me inyectaron algo que me hizo perder la consciencia.
Molly me miraba fijamente y con cara extrañada pregunto a Adrian.
-¿A las doce y media de la mañana nadie vio como unos hombres llevaban a una chica inconsciente en un coche?- Adrian se encogió de hombros y respondí por él.
En mi edificio  en el portal hay una puerta trasera que da hacía un pequeño patio donde tiramos la basura y esta rodeada con una verja. Tiene una puerta que da al callejón donde recogen la basura, pero esa llave solo la usan los basureros y la mujer que contratamos para la limpieza.
Me fijé que Molly apuntaba todo esto  y me volvió hablar:
-Bueno creo que tenemos algo por donde empezar, aunque aún te tenemos que hacer muchas más preguntas, pero creo que estarás deseando ir a casa.- Me miro y yo asentí con la cabeza mientras le dí un bocado a una de las tostadas.
-Cuando acabes el desayuno te llevaré a casa ahora voy por mi chupa y las llaves, no tengas prisa come a gusto.- Me dijo Adrian al tiempo que abandonaba la sala y Molly tras él dejándome sola en la sala desayunando.

 Todo iba según lo planeado, si conseguía dominar los recuerdos brutales de mi secuestro, quizás podría salir de esta viva.

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